Vender un piso nunca es una tarea fácil aunque pueda parecer lo contrario. La cosa se complica cuando la vivienda pertenece a varios herederos. ¿Qué sucede cuando se ha vender un piso de herencia que tiene catorce propietarios?. Te lo explicamos en este post.
Para poder explicar todo el proceso te pondremos en antecedentes. Un matrimonio de avanzada edad de Santa Coloma fallece sin haber dejado testamento. El matrimonio no tenía hijos así que el piso en el que vivían pasan a heredarlo sus familiares más cercanos, en total catorce familiares. Cabe resaltar que algunos de ellos ni tan siquiera se conocían. Hace cinco años uno de los familiares nos solicitó asesoramiento para vender el inmueble. En aquel momento consideramos que la venta era inviable por la documentación de la que carecía y sobre todo, por la falta de acuerdo entre los propietarios.
Por una de esas casualidades de la vida, hace cinco meses nos contactó una abogada solicitándonos la tasación de un piso. Al registrar la dirección comprobamos que era el mismo piso de herencia del que estamos hablando.
La letrada nos puso al día del estado del inmueble a todos los niveles: a pesar de haber pasado cinco años seguían pendientes de la aceptación de herencia debido a que durante todo este transcurso de tiempo, varios de los herederos fallecieron y se tuvo que tramitar una segunda aceptación, los herederos habían contratado los servicios de diferentes abogados para su representación, pero la diferencia es que en esta ocasión, todos estaban de acuerdo en la venta del piso.
En el caso que nos incumbe trabajar en exclusiva era condición indispensable. Sabíamos que la operación iba a resultar muy complicada debido a sus especiales circunstancias
La mayor parte de nuestras operaciones se realizan en régimen de exclusiva ya que es la mejor herramienta que podemos ofrecerles a nuestros clientes para que sus propiedades se vendan al mejor precio y en el menor tiempo posible. En el caso que nos incumbe trabajar en exclusiva era condición indispensable. Sabíamos que la operación iba a resultar muy complicada debido a sus especiales circunstancias, por ello requeríamos de los propietarios un compromiso total, ya que no podíamos arriesgarnos a que nuestro tiempo, dedicación y trabajo pudieran perderse. Y lo más importante, sin un acuerdo de exclusiva por parte de la propiedad, nosotros no hubiéramos podido comprometernos con ningún cliente comprador.
Pensarás que lo más complicado de esta operación, dejando a un lado los temas legales del piso, sería encontrar un comprador. Paradójicamente fue una de las tareas más sencillas pero no por casualidad. En cuanto tuvimos el acuerdo de venta firmado por los propietarios, cruzamos los datos de la nueva propiedad con nuestra base de datos, una base de datos muy elaborada obtenida gracias al trabajo de muchos años en Santa Coloma. Hicimos los filtros necesarios y encontramos al comprador. Contactamos con él, le explicamos la situación del inmueble y no le importó, quería el piso, ya teníamos comprador.
Desde el momento en que el comprador dio el ok se inició un largo proceso de cinco meses. Nuestra hoja de ruta comprendía ir paso a paso recopilando todos los datos y toda la documentación necesaria para que la venta se pudiera hacer efectiva: aceptación definitiva del piso de herencia, cédula de habitabilidad, certificado de eficiencia energética, escrituras, datos registrales, recopilar toda la deuda pendiente que tenía el piso después de tantos años, suministros, impuestos, comunidad, etc…., firma del contrato de arras y por fin, firma definitiva de la compra-venta ante notario.
Cinco largos meses con consultas constantes de todas las partes, cinco meses de mediación entre vendedores y comprador, cinco meses de mediación incluso entre los diferentes abogados de los propietarios, cinco meses de inquietud y dudas de la parte compradora. Y es lógico, no era una operación sencilla, el entorno del comprador le planteaba problemas que posteriormente nos trasladaba a nosotros y que debíamos resolver con total claridad, como así hicimos, presentando en todo momento los documentos requeridos para que no existiera ni una pequeña sombra de desconfianza, en eso consiste gran parte de nuestro trabajo, en ganarnos la confianza de nuestros clientes con hechos, no con palabras.