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Finalmente un consorcio catalán parece estar en la mejor situación para hacerse con la emblemática Cacaolat. Damm, que se sube al tren en el último minuto, y Cobega se han unido a Victory Turnaround para asumir el control de la compañía de batidos controlada por los Ruiz-Mateos hasta que Clesa, su holding alimenticio, suspendió pagos.

La unión se hace pública un día antes de que los aspirantes presenten sus ofertas vinculantes al juez por la empresa de batidos o bien se aparten del proceso de venta. La fecha máxima para recibir ofertas finaliza este viernes.

Para dar viabilidad a la marca de batidos y hacerla crecer en todos los canales y mercados, las empresas de Demetrio Carceller y de Sol Daurella, al frente de Damm y de Cobega (el mayor embotellador español de CacaCola) respectivamente, desarrollarán una nueva factoría en las instalaciones de la antigua fábrica de cervezas Damm en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), donde se producirán todos los formatos de las marcas compradas y otros nuevos, en función de los requerimientos de mercado.

Verano convulso

El futuro de Cacaolat parece despejarse con esta operación tras un verano convulso durante el que la venta de la compañía se ha visto salpicada por decisiones judiciales que pretendían agregar el proceso al concurso de acreedores de Clesa, poseedora del 95% de las acciones de la firma catalana.

Según datos difundidos por Cobega, que ha tenido acceso a los libros de la firma láctea, Cacaolat está operando al 15% de su capacidad, por lo que está abocada al cierre definitivo si no se interviene.

Fuente: Economiadigital.es

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